¿Cómo establecer la nueva normalidad en pasos simples?

Nos enfrentamos a un desafío sin precedentes que requiere que todos nos unamos de una manera como nunca antes. Estamos enfrentando no sólo un tema de salud pública y un shock económico, sino también una interrupción a nivel personal. 

Si bien antes de ingresar en esta nueva normalidad ya estábamos viviendo en un mundo denominado VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), ahora vivimos una profundización al sumársele una variable adicional al contexto: la pandemia. Así las cosas, el cambio tuvo tal impacto que ese contexto previo del que ya éramos conscientes y nos permitía analizar cada una de sus variables por separado tiene ahora relevancia y lo recordamos sólo como una prueba piloto para esta nueva normalidad de cambios mayores.

¿Cómo transcurrieron las organizaciones estos cambios? 

1. No tuvieron tiempo para planear ya que fue de una velocidad para la que no estaban preparadas. En el contexto VICA previo, los cambios ocurrían, pero de alguna manera podría planearse o predecirse.
2. La incertidumbre sólo se relacionaba con las organizaciones: la pandemia hizo que esa incertidumbre además esté presente en la vida laboral y personal. Los planes previos para ambos casos comenzaron a detenerse o modificarse.
3. La adaptación tomó un modelo de forma ágil, flexible, para repensar la manera de hacer las cosas.  
4. Observamos que se continúa definiendo una nueva normalidad en lo personal y en las organizaciones. 

Actualmente con la aceleración que hubo por medio de la pandemia, se necesita afrontar y gestionar de manera efectiva los cambios, considerando la necesidad de adaptar a este contexto la forma tradicional de algunos aspectos de las organizaciones tales como: planeación, estilos de liderazgo, desarrollo humano y capacitación.

Bajo este esquema, el interrogante dejaría de ser ¿cómo regresamos?, para convertirse en: ¿qué planeamos de aquí hacia el futuro? 

Si bien la pandemia de COVID-19 es devastadora en innumerables formas, existe aún la valiosa oportunidad para las organizaciones de fortalecer la conexión con sus colaboradores. Para ello, se necesita lo antes posible tomar decisiones que incluyan como variables críticas la sensibilidad y la humanidad, dado que tendrán un impacto en los próximos años.

Además, este concepto de oficina impulsa a su vez otros como el Proyecto Paperless, para así potenciar la reducción del impacto medioambiental, promoviendo las herramientas digitales

¿Qué recomendaciones tenemos para ingresar en la nueva normalidad?

Sin ignorar que los atributos del camino a seguir de cada organización dependerá en función de su industria, lugar geográfico y demografía de los colaboradores, desde ac novus trabajamos en el progreso hacia la nueva normalidad en dos fases que incluyen cinco actividades:

Fase 1: Define 

En lugar de ser reactivos al momento del reingreso, prepárate y establece expectativas sobre las formas de trabajo que beneficiarán a la organización en el futuro. 

• Define tu “nueva normalidad” no dejes que se establezca sola.
• Identifica ¿Qué funcionó y qué no? ¿Qué me ayuda a ahorrar? ¿Cómo puedo fomentar la confianza? ¿Qué espacio utilizan? ¿Qué herramientas hay? ¿Cómo agilizar la transformación digital?
• Escucha y establece sesiones y dinámicas remotas para que no sea solo tu percepción o la de los líderes si no de los diferentes colaboradores y externos

Fase 2: Habilita

Para facilitar el cambio debemos asegurar que los colaboradores perciban que el líder participa, que entiendan las razones y los beneficios, escucharlos y orientarlos, para ello el líder juega un papel fundamental: ¿Cuáles son los cambios en la forma y espacios de trabajo? ¿Cómo se debe respetar la distancia? ¿Cuáles son las nuevas reglas o procesos? ¿Qué hacer en caso de que haya un riesgo sanitario? ¿Qué cambio internamente, con clientes y proveedores? ¿Qué debo hacer en caso de que tenga inconvenientes en esta nueva normalidad?

• Establece, comunica y habilita la “nueva normalidad” y el plan de retorno.
• Participa en ser un agente de cambio para establecer la nueva normalidad.

Las organizaciones necesitan demostrar no solo que se han adaptado a una nueva normalidad, sino que están prosperando. Los líderes deberán tener confianza, optimismo y flexibilidad para involucrar a los empleados y crear colaboración y productividad. 

La nueva normalidad propone a las organizaciones dos grandes escenarios: nadar con las mareas del cambio o luchar contra ellas. Elegir aceptar el cambio asusta, pero luchar contra el cambio es agotador.

Ciudad de México. www.acnovus.com