La pandemia nos ha acelerado y ha sacado muchos temas a la luz. El espacio de trabajo está dando mucho de que hablar y es ahora cuando se están impulsando acciones de las que nosotros ya veníamos hace tiempo hablando. Os comparto cinco claves que entendemos atienden a las principales preocupaciones a las que nuestros diseños tienen que dar respuesta:

1. ATRACTIVAS PARA LOS USUARIOS

La gente ha estado trabajando en sus casas durante más de un año y ahora se plantean el por qué tengo que ir a la oficina. Tiene que ser una oficina a la que al usuario le merezca la pena ir. Que sea un ambiente donde trabaje mejor que en su casa por diversos motivos: por las herramientas tecnológicas, porque el ambiente es más agradable, porque es más confortable o simplemente porque la silla es mejor. 

Todo ello viendo al usuario como empleado. Con respecto a la organización, ese espacio tiene que ser como su marca, su hogar. Un espacio que le sirva como referencia de la cultura de la compañía y que le sirva para crear comunidad. Si la organización no quiere que eso se pierda, tiene que buscar y definir ese espacio en el que hacerlo. 

2. EXPERIENCIA FÍSICA Y DIGITAL

Tenemos que pensar que ese espacio híbrido tiene que dar respuesta a toda esa gente que va a la oficina y también a los que están en casa. Para los espacios de reunión debes tener en cuenta que siempre va a haber gente que no va a estar físicamente en la reunión. Cómo colocamos las pantallas, a qué altura para que no te enfoque el portátil la cintura, dónde colocamos una pizarra para que todos lo vean… Que la experiencia virtual tenga la misma calidad que la que tiene la persona en presencial, o por lo menos lo mejor posible. Controlar la tecnología y la calidad del sonido. 

3. ¿ABIERTO O CERRADO?

Es una tendencia al cambio con respecto a lo que estaba estandarizado. Parece que los últimos diseños de oficinas eran más espacios abiertos destinados a uso individual (80%) y un pequeño porcentaje (20%) con salas de reunión cerradas. Está claro que ahora esa proporción de espacio abierto-individual y cerrado-colaborativo se invierte. 

La polivalencia de los espacios es fundamental. Encontrar un espacio multiusos que sea el nexo de unión entre todos los colaboradores. 

Las oficinas tienen un carácter más colaborativo. La gente para hacer su trabajo individual puede quedarse en casa, hacerlo desde un bar o desde el tren camino a unas vacaciones. A la oficina van para hacer todas aquellas tareas que implican relacionarse con los compañeros: socializar, colaborar, aprender… Eso sin olvidar que siempre habrá gente que preferirá ir a la oficina independientemente de la actividad que tengan que hacer. 

4. ADAPTABLES Y POLIVALENTES

Pensamos que la adaptabilidad, flexibilidad y creación de espacios polivalentes es la clave. Optimizar espacios y realmente saber cuántos metros cuadrados necesita una compañía… La creación de este tipo de espacios permite adaptarse fácilmente a cambios que pueda haber en la compañía: crecimiento de equipos o personal, destinar una sala para un proyecto determinado durante un tiempo concreto, desplazar un equipo a otro edificio, etc. 

Mediante herramientas como particiones móviles, mobiliario con ruedas y otras muchas soluciones que ayudan a dar flexibilidad a este tipo de espacios. La polivalencia de los espacios es fundamental. Encontrar un espacio multiusos que sea el nexo de unión entre todos los colaboradores. 

5. BIENESTAR

Hablar de bienestar es hablar de algo muy amplio. Pero si nos centramos en las personas que habitan los espacios, debemos tener en cuenta: 

Mobiliario ergonómico
Poder adaptar la altura del escritorio (regulable en altura)
Importancia de la luz natural
Integración de la naturaleza
Posibilidad de tener espacios en el exterior

Todo ese conjunto de aspectos que ayudan a mejorar el bienestar de las personas es una de las claves que a día de hoy entran en todos los proyectos.

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